Consensos sobre la educación y sus valores fundamentales en el IES Rosa Chacel


 "Claro que hay que romper las barreras, pero ¿con qué ariete?" Rosa Chacel

El día 13 de octubre participé en una actividad junto con otros compañeros que tenía por objetivo definir el nombre, la acción de educar y los valores fundamentales sobre los que pretendíamos cimentar la enseñanza en un instituto. Después de un sorteo cuya finalidad fue la de asignar a cada miembro del grupo un rol dentro de la institución, compartimos nuestras visiones de los objetivos que debería perseguir ese centro y alcanzamos una serie de acuerdos.

La primera tarea que realizamos fue elegir las etapas educativas en las que trabajaría el centro. Escogimos ser una comunidad pública, probablemente influidos por nuestro pasado mayoritario en el sistema público, donde se impartiría la educación secundaria obligatoria y el bachillerato. A continuación, decidimos que se situaría en un barrio de Valladolid (sin especificar) y, seguidamente, lo bautizamos como IES Rosa Chacel. ¿Por qué ese nombre? No voy a negar que el motivo principal fue chovinista: se trata de una escritora de renombre nacida en la ciudad. Reflexionando detrás de las cámaras, puedo intuir que en realidad la vida de esta mujer está relacionada con parte de los valores que acordamos para el centro y que desgranaré más adelante.

Como definición de Educación, compusimos lo siguiente:

"Proceso de transmisión de valores sociales, como el espíritu crítico y la conciencia medioambiental, y conocimiento que aporten autonomía y desarrollo personal en sociedad al alumnado"

Rosa era sobrina-nieta del poeta y dramaturgo romántico José Zorrilla, lo que la convirtió en mujer de ambiente burgués distinguido y de élite intelectual; asistió a la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid como alumna de Valle-Inclán y dio un discurso titulado La mujer y sus responsabilidades en el ateneo capitalino con veintiún años. Esos años de pompa y circunstancia no la eximieron de experimentar un largo y doloroso exilio en tierras americanas durante la dictadura franquista debido a su defensa de la II República (su marido, Timoteo Pérez Rubio, se encargó de evacuar los cuadros del Museo del Prado durante la guerra). Con esto quiero constatar que el centro estaría comprometido a trasladar, según su definición de Educación, esos valores sociales y conocimiento necesarios para dotar de una autonomía intelectual a los jóvenes lo más cercana posible a la que pudo disfrutar la señora Chacel. Así, entre los valores que acordamos trasladar a los jóvenes por orden de importancia fueron:

  1. Salud (en estos tiempos de pandemia cobra mucho más sentido)
  2. Familia (lugar de seguridad, no de peleas)
  3. Amigos y conocidos (ambientes sanos y enriquecedores en conjunto)
  4. Vida moral digna (ser respetado y respetar)
  5. Estudios, formación y competencia profesional (para ser lo más autónomos posible)
  6. Tiempo libre/ocio (saber disfrutar y no abusar)
  7. Trabajo (necesario para ser independiente)
  8. Vida sexual satisfactoria (un aspecto más de la salud, en mi opinión)
  9. Pareja (importancia de la afectividad)
  10. Política (discrepancias como algo natural y no a evitar)
  11. Ganar dinero (es importante pero...)
  12. Religión (somos un centro público abierto a distintas sensibilidades)

Otra tarea consistió en discriminar los comportamientos indicados por la hoja según nos parecieran tolerables o no en nuestro centro. Aquí decidimos no utilizar una escala como la anterior porque sentíamos que sólo había tres niveles: tolerables, indiferentes, intolerables. Nuestro consenso fue el siguiente:

  • TOLERABLES: aborto, adopción de hijos por homosexuales o adultos sin relación formal, divorcio, eutanasia, hacer ruido los fines de semana, relaciones sexuales entre menores de edad
  • INDIFERENTES: emborracharse conscientemente, mentir en aras del interés personal, suicidio, aventuras extramatrimoniales, drogas
  • INTOLERABLES: destrozos en la calle, clonación de personas, defraudar a Hacienda, evitar el pago del boleto en el transporte público, pena de muerte, terrorismo, violencia de género

Asimismo, concluimos que las causas de las discusiones entre padres e hijos dependen de un conglomerado de factores únicos para cada familia: vidas de los progenitores (historia familiar) y situación socioeconómica (barrio, vivienda, etc.). Concluimos que, en general, suele haber discusiones más broncas por costumbres a las que el adolescente no se quiere acomodar y por algunas amistades que, por ejemplo, las debidas al alcoholismo o pasar la noche de fiesta. 

En defintiva, hemos sido partícipes de la concepción de un instituto público que, si bien no echará a andar tal y como ha sido descrito, sí puede servir en buena medida para recordarnos en un futuro nuestras obligaciones para con nuestros alumnos en un centro que ya ruede. Contestando a Rosa Chacel, el ariete debe ser la Educación

Comentarios

  1. Hola Pelayo! Soy muy malo para la física así que alumnos como yo agradecerán tener un profesor de física tan animado por explicar una disciplina tan técnica y difícil de manera que el mensaje le llegue a todos/as. :)
    Ánimo!

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    1. ¡Muchas gracias Pablo! (Perdóname por contestar días después). Espero que te sirvan las entradas de divulgación para aprender un poquito más. Yo me pasaré también a ver qué se cuece por la Filosofía, a ver si Platón le ha explicado ya a Glaucón qué es el bien...

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