Análisis del proyecto educativo del IES Pinar de la Rubia.

Dicen que no hay nada como volver a casa. Una de mis casas educativas es el IES Pinar de la Rubia, centro educativo de ESO y Bachiller donde estuve desde los 11 hasta los 17 años como alumno. Esta entrada está dedicada a identificar en su proyecto educativo vigente sus valores y trataré de identificar si, a mi juicio, existe coherencia entre estos y el estilo del reglamento de régimen interno (RRI) o si, por el contrario, son más un brindis al sol. 

El documento está disponible gratuitamente en el sitio web del centro. La estructura formal del texto es un calco de la vista en las diapositivas del tema, comenzando por una introducción al entorno del centro educativo donde se detallan las características estructurales del edificio, los cambios acaecidos durante los últimos años, la organización, etc. Debido a algunos ejemplos comentados en la asignatura, creo que resulta oportuno señalar el hecho de que en el esquema de funcionamiento del centro se le dé preponderancia visual (centro del esquema) a los equipos pedagógicos en detrimento de otros órganos como el consejo escolar. Las páginas siguientes están ocupadas por el grueso de la propuesta curricular, un proyecto lingüístico o un plan de atención a la diversidad entre otras materias, todas siempre dentro del esquema rígido dado por los preceptos de la ORDEN EDU/1046/2007 que aparecen en las diapositivas de clase. Un notable apunte se lo lleva la ausencia de RRI en el documento porque, según explican, se encontraban reformulándolo cuando el proyecto educativo fue hecho público. El reglamento actual se encuentra en otro apartado de la web del IES y puede consultarse aquí.

El texto del proyecto educativo demuestra ya en sus primeras páginas entenderse como un lugar de socialización donde pretenden que el alumnado acabe formando parte de una ciudadanía cívica, respetuosa con las ideas y principios democráticos de la convivencia, con los derechos y las libertades de los demás, con la tolerancia de las diferencias y con la solidaridad con los necesitados, (casi) todos ellos valores sociales presentes en la Constitución Española. A lo largo de las páginas resulta frecuente encontrarse nuevamente con estas consideraciones así como con las relacionadas con el trabajo de valores individuales como el espíritu crítico y la confianza personal. Existe un compromiso explícito destacable por la conciencia medioambiental y el respeto al medioambiente cristalizada en los proyectos Pinar Sostenible y Huerto escolar; estas iniciativas tienen como objetivos primordiales, según señalan sus creadores en la guía del proyecto, involucrar a la comunidad educativa del centro para mejorar los hábitos de conducta sostenibles así como ser capaces de detectar y denunciar los puntos problemáticos en materia energética y ecológica que puedan presentar las instalaciones. 

¿Responde el lenguaje de RRI a la imagen que desprenden las palabras de preocupación por esos valores? Sí, pero. Como no podría ser de otra manera, hablamos de un documento de un organismo público, se rechazan de pleno actuaciones disciplinarias contra la integridad física y moral del alumnado o la privación del derecho a la enseñanza. También se menciona específicamente que se podrán imponer actuaciones correctoras en relación con conductas de alumnos tanto dentro como fuera del recinto escolar que tengan algún tipo de relación con la convivencia educativa; esto sirve de recordatorio a aquellos que se olvidan de su relación con los alumnos después de su hora de clase. Las conductas contrarias a las normas de convivencia, que pueden ser leves, graves o muy graves, incluyen medidas inmediatas (la típica expulsión de clase) y posteriores con carácter educativo. Aquí es donde entra el pero; imagino que estas medidas deben ser explícitas por mandato legal pero, en vista de lo que estamos aprendiendo en este máster, las medidas como la expulsión tan sólo contribuyen a agravar la situación del alumno con tendencias disruptivas ya que minan su motivación; opino que este debería ser sólo un recurso último en caso de problema muy grave (por ejemplo, amenaza de agresión a un profesor o el acoso basado en el género). No obstante, es innegable que aparecen repetidos mensajes acerca del carácter educativo que deben tener las sanciones prolongadas, orientadas siempre a la adquisición de los valores sociales e individuales que el centro pretende inculcar.


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