Introducción al blog.

Bienvenido, diablillo, a este blog. 

Es costumbre que el creador haga una breve presentación. Mi nombre es Pelayo, soy estudiante del  Máster en Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato y he creado este blog para publicar entradas, opiniones (y alguna otra sorpresa) acerca del contexto educativo y pedagógico relacionado con la asignatura de Procesos y Contextos Educativos, así como otras curiosidades relacionadas con el mundo científico.

Para aquellos que se acerquen a este blog sin el debido contexto, quiero indicar que el nombre responde a una figura popular en los estudios universitarios que cursé, los del grado en Física, conocida como El diablillo de Maxwell. El físico escocés James Clerk Maxwell concibió en una carta a un colega un experimento mental que consistía en lo siguiente: un recipiente lleno de moléculas de un gas aislado del exterior (no intercambia calor ni materia con su entorno) dividido en dos compartimentos, denominados A y B, termalizados (a la misma temperatura) separados por una puertecilla que controla un ser diminuto. La particularidad de este personaje, el diablillo, reside en ser capaz de seguir individualmente las trayectorias de cada una de las partículas de los gases que circulan por cada uno de los compartimentos. ¡Y aquí viene lo gordo! Supuestamente, el diablillo podría controlar que tan sólo pasaran del sistema A al B las partículas más rápidas (más veloces que la media de velocidades) y del B al A las más lentas (que la media de velocidades), conformando con el paso del tiempo un sistema A de partículas lentas y otro sistema B de partículas rápidas. ¿Y qué? ¿Cuál es el problema? Si no detectas lo asombroso del asunto, no te preocupes, lo acabarás entendiendo... o también puedes intentar buscarlo por tu cuenta y tratar de entenderlo, claro.

 

Próximamente habrá más novedades. 

¡Hasta pronto, diablillo!